Era el mejor momento de la semana, lejos.
En el Parque había unos 20 puestos de cd's, cada uno con unos 250 cds promedio.... 5.000 cds.
A guita de hoy, todo el Parque Rivadavia eran 300 gigas de mp3.
Hoy, tengo en mi haber más de 1000 gigas de música, algo asi como tres Parques Rivadavias completos. Discografías completas que fui bajando del Napster, AudioGalaxy, Emule y Taringa -según fueron pasando los años- que me costaron absolutamente nada. Cero pesos. Algunos discos ni siquiera los escuché aún. Me tomaría aproximadamente 695 dias (sin parar) escucharlos todos sin repetir ninguno.
Para las personas que tienen menos de 20 años, esto es natural. Siempre fue asi. Ellos nunca rompieron el celofán de un disco original, ni olieron el perfume a librito nuevo, ni se sentaron a leer una letra, ni saben quién es el autor de cada tema, y desconocen a quienes agradecen los músicos. Nunca tuvieron que rebobinar un casette con una birome para ahorrar pilas en el walkman, ni tuvieron que tapar los agujeritos de un casette con cinta scotch para hacerlo virgen...
Nos estamos quedando sin rituales.
Miren... Hagan memoria y elijan un cuento clásico. Ahora agreguen a la historia un teléfono celular. La trama hace agua por todos lados, no? Lógico, la gran mayoría de las historias clásicas tienen lugar gracias al desencuentro, la distancia y la imposibilidad de comunicarse.
Con un celular en mano, Caperucita hubiese mandado un mensaje a la abuela avisando que el lobo estaba yendo a buscarla:
"abu esta yendo lobo. cerra todo tkm bso"
Julieta le hubiese dicho a Romeo "bicho, no te asustes que me voy a hacer la muerta". Penélope no hubiese esperado toda su vida el retorno de su amado. La Bruja de Blancanieves se hubiese limitado a mandar "La más linda" al 2020. Hansel y Gretel habrían regresado facilmente a su casa con un Iphone con GPS. El emperador se hubiese sacado una foto de 3.2 megapixels con su celular y se hubiese notado que su traje efectivamente no era de hilos de oro.
Lo mismo pasa con las películas. En los últimos años las tramas de las peliculas de terror siempre trascurren en alejadas montañas, o en el medio del campo, donde no hay señal.
Ya nadie tiene que correr como loco para detener un tren a último minuto y recuperar a su amor...
Nos estamos quedando sin historias.
Hace un rato me junté a almorzar con un colega que hace bastante no veo. Es el perfecto cliché del pibe de sistemas: gordito, anteojos, prolijo, tímido e introvertido. Buen tipo.
Por supuesto, nos pusimos a charlar sobre tecnología. Yo desde una postura más bien nostálgica, y él desde la vereda de enfrente, es decir, con una absoluta idealización por todo lo que contiene un chip.
-Sabes que pasa Diego? si no hubiese sido por todo esto, jamás hubiese conocido a mi novia. La flaca no me registraba.
-Pero no entiendo gordo, que hiciste? te la ganaste con mensajitos de texto?
-No, boludo, nada que ver. Primero la agregué al facebook. El facebook es maravilloso! En 20 minutos podés conocer datos que antes te llevaban meses. Si está soltera, que música escucha, si tiene papá, mamá, hermanos, y un millón de datos increíbles.
-Y sabiendo esos datos, te la enganchaste? Dale gordo!
-Con eso solo no, lógico. También le empecé a monitorear las búsquedas de Google.
-Eh!? Para que!?
-Vos me lo preguntás? Me extraña! La gente hoy recurre a Google como hace 500 años recurrían a brujas, chamanes, oráculos... Conociendo las busquedas de una persona, conocés sus miedos, sus anhelos, sus perversiones, sus sueños. El resto es pan comido. Sabiendo las cosas que yo sabía, en una semana eramos almas gemelas!
Rebobiné un poco -con una birome por supuesto- y pensé en mis propias búsquedas en Google. El gordo tenía razón.
De pronto, el gordito que yo conocía había desaparecido, y tenia enfrente a un desconocido. Un gordo asqueroso y vouyerista.
-Mirá, mirá, no es divina? -dijo mientras me mostraba una foto de la novia.
La flaca no era fea, tampoco linda. Lo miré a él. Hice cuentas. No me cerraba. Volvi a mirar la foto. Lo miré a él. Definitivamente hubo robo.
-Gordo, te carteaste...
-Viste? viste? -me dijo excitado- esta buenísima. Soy un capo!
-Mirá, esta es mi novia, fijate... -dije mientras le mostraba la foto de mi novia en el celular.
Tuve que tirarme de palomita para atajar la mandibula del gordo, porque si daba contra la mesa la partía.
-Co..co..como la conociste? De donde la sacaste? Hace cuanto? Es hermosa!
-Salgo hace poquito. Es una mina de 10. La conocí por una amiga en común. Nos cruzamos en un cumpleaños y ya entrados en baile y cervezas, la perseguí cuando fue al baño, y antes de que pudiese entrar, le robé un beso en el pasillo. Asi la conocí.
-Nah! Y si te daba vuelta la cara de un tortazo?
-Son riesgos que todavia estoy dispuesto a correr, "capo".
-Jaja! Sos un dinosaurio Diego, sos un dinosaurio...
Nos estamos quedando sin magia.
Amo la tecnología, no me malinterpreten. Pero empiezo a sospechar que la muy puta se está vengando. Nosotros le quitamos el valor a todo lo digitalizable. Ahora la tecnología le está quitando el valor a todo lo humano.
"Yo soy yo y mi circunstancia" no va más.
Ahora es: "Yo soy yo y mis búsquedas en Google".
Una verdadera cagada.
Bienvenidos al futuro.
Nota al pie: Este texto está inspirado en el cuento "El movil de Hansel y Gretel" de Hernán Casciari. Cuento con la aprobación de Hernán. Todos los hechos relatados son verídicos.